Fecha de entrega
Viernes 12 de abril
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Higiene
y hábitos culturales: Ciudad de México, finales del siglo XIX.
Los avances de la ciencia producidos durante la
segunda mitad del siglo XIX ayudaron a transformar muchos de los hábitos higiénicos
de los habitantes de las ciudades. El descubrimiento de las bacterias y su
papel en el desarrollo de enfermedades fue un hecho que tuvo un gran impacto
tanto en la vida cotidiana como sobre la población en general y contribuyó, de
manera decisiva, a la disminución de la mortalidad y al aumento en las
expectativas de vida de la población. En el presente texto, la historiadora
Claudia Agotini, investigadora universitaria, nos explica el impacto, las
transformaciones y las resistencias que produjeron dichos avances entre los
habitantes de la Ciudad de México a finales del siglo XIX.
Las delicias de la limpieza. La
higiene en la Ciudad de México.
La “Guía indispensable del forastero en la Ciudad de
México y Calendario para 1905” informaba que el 24 y 29 de junio eran días de
limpieza; en particular el primero, el cual por ser festividad de San Juan
Bautista daba lugar a un gran movimiento de personas que acudían a los
balnearios […]
[…] si bien la fiesta de San Juan cumplía una función
ritual, de placer y esparcimiento, no fue sino hasta finales del siglo XIX
cuando el aseo corporal se asoció con una serie de prácticas y hábitos indispensables
para preservar al salud y el vigor […]
Durante las décadas de 1870 y 1880 la bacteriología
transformó la percepción del origen y prevención de la enfermedad al develar
nuevas hipótesis diagnósticas y terapéuticas/ dos consecuencias importante…
fueron la invención de recursos preventivos y curativos…, así como una
insistencia casi obsesiva en la limpieza, tomada como sinónimo de higiene.
…las obras públicas que estaban en proceso de
construcción –el sistema de desagüe (1896-1900) y el drenaje (1897-1905)-
pedían sentido y eficacia frente a las costumbres de los capitalinos.
[…] Por eso, el gremio médico procuró transformar y
hacer acorde con los dictados de la higiene algunos ámbitos de la vida
cotidiana. Las casas o habitaciones debían poseer ciertas características para
convertirse en un sitio saludable; se debía realizar aseo o la limpieza del
cuerpo de cierta manera, y hombres, mujeres y niños debían portar cierto tipo
de vestimenta.
De choza inmunda a habitación
higiénica
Una condición esencial para garantizar la higiene de
casas o de habitaciones era l ventilación o la libre circulación del aire. Para
el caso de la Cd. De México los médicos especificaban que las habitaciones debían
contar con un mínimo de 30 m3 por individuo y que la altura de los
techos no debía ser inferior a 3.75 m. asimismo las viviendas debían contar con
una buena iluminación solar o eléctrica “para que alumbre todo y nos haga ver
la suciedad para proceder al aseo que es la primera condición de higiene”. Los médicos
sostenían que (la luz solar) poseía la capacidad de destruir los bacilos del cólera,
la fiebre tifoidea así como la tuberculosis. […] no obstante, las
recomendaciones… eran prácticamente irrealizables. De acuerdo con el censo
nacional de 1910, más del 50% de las casas se registraba como “chozas”, cuartos
o habitaciones con pisos de tierra y carentes de subdivisiones internas, lo que
hacia que la parte destinada a dormir fuera la misma que aquella donde se comía
o se preparaban los alimentos. Es decir, lo que predominaba era la aglomeración
de personas en habitaciones reducidas y mal ventiladas […]
Las virtudes del aseo corporal
El aseo corporal fue sin duda el requisito más
importante para conservar la salud y prevenir la enfermedad. El gremio médico
dictaminó que la ausencia de hábitos de higiene corporal conducía a la cerrazón
de los poros por efecto del polvo y de la grasa, impedía la transpiración y convertía
al individuo en un criadero de microbios. […] La ausencia de hábitos higiénicos,
y el que el pueblo mexicano no se distinguiera por ser el más afecto a los
baños, fue descrito de la siguiente manera en 1897:
“Solemos comprenderlos entre las costumbres de lujo,
no entre aquellos preceptos de la higiene, de observancia obligatoria o cuando
menos fechada […]. Aquí se usan (cuando se usan) cada ocho días, y para
tomarlos, se requieren pormenores que delatan nuestro desaseo: una muda de ropa
limpia, pensarlo un poco y comentarlo a todo el mundo. Se habla del baño como
una cosa inusitada, de algo extraordinario que puede poner en peligro la vida,
de algo lleno de amenazas […]”.
…los hábitos y prácticas de aseo corporal requerían de
cierta infraestructura material que no estaba al alcance de todos. Para instalar
un cuarto de baño era necesario contar con el suministro de agua potable, ya
fuera mediante un abastecimiento subterráneo o de lo que distribuían los
aguadores […]
La higiene del vestido
Un cuerpo sano y saludable debía cubrirse
adecuadamente y pulcramente, no sólo por salud, también por cuestiones de
apariencia […]. Los médicos y escritores denunciaron que en la Cd. De México lo
que predominaba era la desnudez y la suciedad… la capital estaba plagada de
léperos: “hombres y mujeres infelices que no tienen medio normal y seguro para
subsistir”, a quienes se les veía por doquier exhibiendo sus andrajos y sucios
cuerpos. También la habitaban numerosos indios quienes vestían “calzón, camisa
y sábana de manta”, mientras que sus mujeres cubrían sus cuerpos con huipiles y
deambulaban descalzas por los barrios de la capital. Si bien los obreros y
operarios sí portaban calzado y pantalón,
lo mismo que los artesanos escribientes, gendarmes, oficiales, así como las
personas pertenecientes a los sectores
más privilegiados de la sociedad, existía una serie de prescripciones
higiénicas que toda prenda de ropa debía satisfacer.
La ropa… cumplía la función de proteger al organismo
de las variaciones térmicas. Cualquier prenda que carecía de la más absoluta
limpieza encerraba en sí la posibilidad de guardar y trasmitir gérmenes
morbosos. Además de la limpieza, el
verdadero vestido higiénico requería ser permeable al aire e impermeable al
agua, y permitir la libertad de movimiento de todos los órganos del cuerpo.
EJERCICIOS
1.
¿Por
qué la bacteriología
influyó en la vida cotidiana de los habitantes de la Cd. De México a finales
del siglo XIX?
2.
¿En qué ámbitos de la vida cotidiana buscaron influir los médicos para
lograr una mejor higiene?
3.
¿En qué supuestos se basaron los médicos para proponer modificaciones en
las viviendas?
4.
¿Es científicamente correcta la afirmación de que la luz solar posee la
capacidad de destruir los bacilos del cólera, la fiebre tifoidea y la
tuberculosis?
5.
¿Cuál era el principal argumento de los médicos para impulsar una higiene
corporal frecuente?
6.
¿Qué tipo de características debía tener el vestido para considerarse higiénico?
7.
¿Cuáles eran las ideas que prevalecían en el siglo XIX, a nivel popular,
acerca del baño corporal y cómo solía practicarse?
8.
¿Cuáles fueron las principales resistencias que los médicos enfrentaron
para lograr un cambio de hábitos higiénicos?
9.
¿Qué sector de la población de la Cd. De México crees que cambió más fácilmente
de hábitos higiénicos?, ¿Por qué?
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